martes, 30 de julio de 2013

BURDIN HESIA 1 MENDI LASTERKETA / 1era Carrera de montaña Cinturon de hierro

Primera carrera de montaña a la que nos apuntamos Aitor y yo, creo que sin estar preparados y sin preparar de forma específica la carera, no obstante no fue todo lo mal que podía haber ido y la terminamos honrosamente e incluso disfrutando gran parte de la carrera.

Cartel de la carrera

Ambos estábamos con ganas de hacer alguna carrera de montaña, Aitor y yo, de hecho, poco antes de la carrera vino a visitarme con la familia y fuimos a hacer una ruta por el monte que al final, por la lluvia y por la falta de conocimiento del terreno por mi parte, se termino por convertir en una vuelta por el monte a la que nos tubo que venir a rescatar Ali a San Miguel de Aralar después de mas de 22 km por caminos y bosque en medio de una mañana de tormentas infernal.

Poco después de ese día vi publicado el evento de la I Carrera de Montaña del Cinturón de hierro de Bilbao y se lo comenté a Aitor que, después de revisar si iba a poder estar por tema vacaciones finalmente podía y nos apuntamos. Se trataba de una carrera de montaña de 24Km (según el cartel, en realidad fueron 26 mínimo), que partía de Bilbao y llegaba a Llodio, subiendo el Pagasarri, después el Ganekogorta y llegaba a Llodio pasando por las trincheras que, en la guerra civil habían sido la defensa de Bilbao, el conocido como “Cinturón de Hierro”.

Parte final, el cinturón

A priori parecía (y era) una carrera muy bonita, primera edición y primera para nosotros, perfecto… pero como he comentado, además de no tener nosotros todavía demasiados kilómetros de montaña en nuestras piernas nos habíamos ido de vacaciones ambos la semana anterior a la carrera, con los consiguientes excesos que se dan en vacaciones, que, por pequeños que sean, no dejan de ser cosas que normalmente no se hacen y solo por esto, desde mi punto de vista, el cuerpo (el mío por lo menos) llegó a la carrera en una forma lejos de ser la optima, y supongo que por parte de Aitor también.

La carrera la verdad es que tampoco fue tan mal, no obstante sufrimos mucho para llegar a la meta, especialmente los últimos 7 u 8 kilómetros, la mayoría de ellos en bajada rompe piernas que se nos atragantaron muchísimo, pero hasta ahí, creo que disfrutamos bastante del recorrido, que por otro lado, era muy bonito y, a pesar de que ambos habíamos subido ya el Pagasarri, de nuestras últimas visitas habían pasado cerca de 20 años y el resto del recorrido, por las vías por las que se iba era nuevo completamente para mi y creo que para Aitor también.

A la  salida casi no llego a tiempo, el día anterior revisando los horarios del metro llegué a la conclusión de que cada 4 minutos podría subirme a uno, cosa que cuando bajé a la estación y vi el cartel que anunciaba que el próximo llegaría en 18 minutos me trastocó toda la planificación y, a pesar de haberme levantado muy muy pronto, me obligó a terminar de vestirme en el metro durante el trayecto, suerte que Aitor llegó con mas tiempo y pudo gestionar el tema de los chips y los dorsales con calma.

A todo correr pusimos el chip, el dorsal y entregamos la bolsa al guardarropa, creo que ni cinco minutos tuvimos para hablar de nuestras cosas o calentar y ya estábamos saliendo de la plaza del teatro Arriaga dirección el Pagasarri, subiendo por el frontón de Miribilla y para arriba.

Salida
El primer tramo, de carretera con la parte final de la ascensión al Pagasarri de grava suelta y monte, lo hicimos mas o menos sin dificultad, guardando fuerzas y en algunas partes caminando, la carretera nos había dejado un tanto molestos los pies que con zapatillas de trail se resentían en las plantas, así que cuando tomamos por fin un firme distinto lo agradecimos, a pesar de que la parte de grava suelta, particularmente a mi no me gustó nada.

Una vez arriba, donde había un punto de avituallamiento (agua) y una ambulancia, tomamos una pequeña bajadita hasta la falda del Ganekogorta, un tramo de camino muy agradable y que debía ser de un paisaje precioso que no pudimos comprobar por que la niebla ya predominaba por la zona y no nos abandonaría hasta después de bajar el Ganekogorta.

Subida por Pagasarri A Ganekogorta

Comenzamos la dura ascensión al Ganekogorta en un grupeto de gente que, por lo que se comentó habían participado en varias carreras mas de montaña, concretamente junto con un chico del club de atletismo de Sestao y una pareja con la que compartimos un buen cacho de la carrera.

La verdad es que, a pesar de ser una subida dura, la hicimos mas o menos bien, Aitor tiraba y estaba bastante mas entero que yo en esos tramos, probablemente deberíamos haber reservado unas pocas fuerzas en esos tramos, pero eso lo sabemos ahora, entonces no conocíamos lo que nos esperaba y confiábamos estar regulando mas o menos bien.

Una vez coronado el Ganekogorta, entre una niebla espesa que no nos permitía ver mas allá de unos pocos metros (una pena por que las vistas prometían ser impresionantes) bajamos dirección Llodio por una cara del Ganekogorta que fue la parte mas técnica de todo el recorrido, o dicho de otra forma, era un autentico camino de cabras por el que a penas podíamos bajar andando no digo nada corriendo… eso sí, nos pasó un tipo, que por lo que vimos dominaba la técnica, como si fuera un avión, yo creo que no llegué a verle posar los pies… y en ese momento pensé ¿y por que no nos ha pasado en la subida? ¿Qué ha ido de paseo?, mas adelante me respondería a esa pregunta.

Una vez negociada esa bajada, de forma mas o menos honrosa afrontamos un tramo de camino ancho de unos cuantos kilómetros, donde trotamos a buen ritmo ,creo que derrochando fuerzas, y donde nos alcanzó un chico que llevaba dos brazaletes con teléfonos, supongo que uno de trabajo y otro el personal, nunca se sabe donde puedes hacer un negocio o si tu madre te va a llamar para saber de tu vida (cosa que por cierto hizo mi madre justo en la cima del Ganekogorta).

Tras esto bajamos hacia una ermita (la de Santa Lucia) donde habían montado un punto de avituallamiento sólido,  nos lo tomamos con calma y comimos algo para reemprender la carrera de nuevo, pasando por otra ermita (la de san Antón en este caso) y comenzamos de nuevo a ascender por el bosque hacia el Mugarriluze y Goikogane donde nos encontramos con varias trincheras y puestos de ametralladoras.

En este punto, la ascensión acumulada ya era importante y el cansancio aparejado también, después de subir estos montes, esta vez ya sin niebla, por caminos estrechos y de coronarlos pasando por laderas con caídas importantes y con unas vistas impresionantes (ver foto abajo), comenzamos la “bajada” para llegar hasta Llodio, y pongo comillas por que si, era una bajada, pero de lo mas puñetera; me explico, lo que quedaba por delante eran caminos con pendientes de bajadas brutales (superiores al 12 o 15 %), combinadas con tramos llanos o de ligeras subidas que se hacían interminables, y esta era la mejor parte por que era así hasta llegar a la parte final que no era otra cosa que una fuerte bajada por un pequeño camino por el bosque aderezada, de vez en cuando con unos tramos de escalones de madera o de tierra con los cantos perfilados con maderas… vamos un infierno para las piernas, rodillas cuádriceps etc. y todo ello con mas de 18 km encima.
Collados del camino

En esa parte, como ya he comentado, sufrimos muchísimo, no obstante nos repusimos todo lo que pudimos para llegar a meta de la forma mas digna posible de cara a una posible foto que nos hicieran (cosa que no ocurrió lamentablemente), como se puede observar en el video que el hermano de Aitor, que nos esperaba allí para llevarnos de vuelta a casa, nos hizo.
Llegada digna (creo yo)

Al día siguiente Aitor y yo nos volvimos a encontrar en la fiesta de La Guia de Portugalete y a pesar del esfuerzo extremo, la sensación que nos quedó era que había estado bien, que habíamos sufrido mucho pero que había sido bonito a pesar de las mas de 3 horas y media que habíamos empleado.

Creo que intentaremos repetirla el siguiente año, que por lo que nos comentaron será en sentido contrario, de Llodio a Bilbao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario