lunes, 25 de febrero de 2013

1/2 Maratón Bilbao Night Marathon 2012


Tengo que reconocer que, a pesar de entrenar en solitario por las carreteras de los montes del sitio donde vivo, a oscuras y sin mas compañía que, de vez en cuando alguna manada de caballos, vacas, cabras o alguna oveja que otra, soy un corredor bastante social, vamos, que me gusta correr con gente y que siempre que puedo trato de juntarme con alguien que disfruta también haciendo esto, y mas especialmente para participar en las carreras populares.

Y tengo que reconocer también que suelo ser bastante insistente, mas que insistente... soy un cansino, cuando trato de convencer (liar) a alguien para que se apunte a alguna carrera que se me ha metido entre ceja y ceja…

Camiseta de la carrera

Para la media maratón Bilbao Nigth Maraton, el elegido al que di la chapa durante meses para que se apuntase fue mi amigo Igor, el cual si que salía a correr habitualmente pero que no estaba muy convencido de eso de correr 21 km para terminar en el mismo sitio del que partías.

Así que con él, el trabajo de acoso y erosión de su voluntad, se puede decir que comenzó mas de cuatro meses antes de la carrera, que por cierto fue en octubre de 2012, concretamente el 20, (otra vez con apenas 15 días de recuperación desde la anterior media maratón, la Rocesvalles Zubiri), así que prácticamente en el mes de junio comencé a trabajar su motivación para conseguir finalmente que se apuntase.

Además de Igor, mis dos amigos maratonianos, Edu y Jose Mª, y digo maratonianos por que en el mes de mayo se ganaron esa condición, como ya he contado en este blog, también se apuntaron por su cuenta, aunque finalmente Edu no pudo correr por una importante gripe mezclada con un problema en el nervio ciático que arrastra desde hace algún tiempo por un accidente con la bici... 

Inciso: La verdad es que entre ese accidente y otro que tubo de pequeño que le hizo perder la base de inglés, el hombre ha tenido su vida marcada por los accidentes ;-)…

Así que para esta carrera finalmente estábamos Jose Mª, que la estaba preparando bastante bien y que tenía motivaciones “€speciale$” para conseguir una buena marca, Igor, que debutaría en una distancia tan larga y yo, que con esta iba a participar en la sería mi quinta media maratón del año, a la que creo que llegaba bastante bien preparado, con el objetivo de bajar de 1hr 36min, lo que iba a ser bajar mas de 3 minutos mi anterior mejor tiempo en media maratón.

Asimismo como no, habíamos organizado, para después de la carrera una salida nocturna por Bilbao aprovechando que ya estábamos allí los que corríamos y unos cuantos mas de la cuadrilla que junto con Ali, iban a estar por allí animando durante la carrera, lo que hacía que el plan tuviese algo mas de aliciente, además de la propia carrera… por cierto aprovecho para lanzar desde aquí un saldo y un agradecimiento por su inestimable apoyo a los incondicionales “suporters” Fernan, Elu, Bittor, Jontxu y también a Edu, que finalmente, a pesar de no poder competir, se apunto también al “Après-run".
Ah y también a Rober y Esti de los que también sentí ese apoyo al pasar bajo el puente del Guggenheim (ese por el que James Bond sube huyendo de los municipales de Bilbao... ya tendrá multa para que suba por ahí... no se va a ningún lado)

En esta carrera fallamos un poco en la logística, a pesar de que gracias a Edu pudimos ir en coche, no nos organizamos bien con la ropa y tuvimos que cambiarnos literalmente debajo de un puente, concretamente fue bajo el puente de Deusto donde nos quitamos la ropa de calle y nos preparamos para la carrera con el pantalón corto, camiseta etc., de forma un tanto incomoda y que espero tengamos en cuenta para la próxima vez, por que además estaba lloviendo (no dejo de llover en todo el día excepto unos minutos durante la salida) y el suelo estaba mojado y sucio.

Vestuario improvisado

La salida de esta carrera, organizada por primera vez con cajones diferenciados por los tiempos “acreditados” por los participantes, creo que, hasta el momento ha sido la mas bonita de las que he hecho; se salía junto al Guggenheim, lo que ya le da su punto, y habían preparado unos cañones de fuego (del tipo de los quemadores de los globos aerostáticos) a los lados de la salida que en el momento de las salidas de los diferentes grupos de tiempo accionaban a toda potencia, eso junto a la música de Europe “the final countdown” la verdad es que subía la adrenalina a tope.

A pesar de que Edu, que había corrido la carrera el año anterior, nos avisó de que la salida podría ser un caos y que tuviésemos cuidado especialmente con los bancos que hay en el base de museo Guggenheim por que con el volumen alto de corredores no se veían hasta tenerlos encima, la salida fue mucho mas cómoda que la del año anterior y tanto Igor como yo, que salimos en el mismo cajón, no tuvimos ningún problema en los kilómetros iniciales, José Mª salió bastante antes, es todo un profesional y sale con los buenos, y con razón viendo el tiempo que hizo.

Así que, durante prácticamente 4 o 5 km Igor y yo fuimos juntos; Igor me comentó que quería hacer a rededor de 5 min el km y que con llegar le valía, y se había hecho esos primeros km conmigo y por debajo de 4:40, que era el ritmo me había planteado yo para intentar bajar de 1hr36min; creo que un poco emocionado por las sensaciones de la salida, un poco por inexperiencia en distancias tan largas e igual también inconscientemente por ir un rato conmigo, hasta que no le avisé del ritmo que llevábamos no aflojó, y la verdad que para ser la primera media maratón que hacía, se marcó unos espectaculares 01:40:55, que de no haber sido por que tubo que parar sobre el km 17 a estirar por el gemelo o por calambres en el isquio, no recuerdo bien, hubiesen sido la leche (mas aún).

De paseo por Bilbao

Por mi parte, fui clavando los tiempos a los pasos por kilómetro de una chuletilla que me había preparado (no tengo de esos relojes listos que te van marcando) a excepción del kilómetro 17 o 18 que también tuve unos calambres en la pierna, que poco después se pasaron y conseguí terminar, de forma bastante fuerte en 01:35:55 (que según mi reloj otra vez fueron alguno menos) pero en definitiva, mas o menos dentro de lo planeado y muy contento de haber disfrutado, otra vez, de una carrera que, a pesar de la lluvia, había sido muy bonita por las calles principales de Bilbao, cortadas para nosotros… lo que es todo un lujazo.

Mi llegada

Jose Mª por su parte se “casco” unos 01:18:06 dejándose llevar en la llegada como se pudo apreciar en las cámaras de meta, ¡que tio!

Tras la llegada, y después de dar unas cuantas vueltas mas por Bilbao por que no terminábamos de encontrar los vestuarios, nos duchamos y fuimos a cenar a un diminuto restaurante Mexicano en la calle Barrenkale del casco junto con todo el club de fans, después estuvimos tomando unos potes por el casco viejo y volvimos en metro a Portugalete.
En general fue una gran idea, la verdad, a repetir en cuanto se pueda.

A Igor la experiencia, a pesar de haberle gustado y sentirse orgulloso de lo hecho, que realmente es toda una proeza, mas aún teniendo en cuenta que tiene el ligamento de la rodilla operado y roto de nuevo, creo que le ha servido mas que para animarle a hacerlo nuevamente, a constatar que no es algo que le mueva especialmente y que muy probablemente no haya próximas ocasiones… lo que me indica que para la próxima, el trabajo de acoso y derribo por mi parte igual debe empezar antes ;-)… como ya estoy haciendo con Aitor (otro amigo corredor que ya he nombrado anteriormente) para otro desafío, creo que todavía mas importante.



Esta carrera me de dejaba mas o menos a punto para la que es la carrera popular mas importante del país, que no es otra que la Behovia San Sebastián, que se disputaría tres semanas después de esta y que fué muy especial para mi.

martes, 12 de febrero de 2013

Roncesvalles Zubiri 2012

Una de las carreras mas bonitas que he hecho es la que hace la primera etapa del camino de Santiago. Partiendo de la famosa colegiata de Roncesvalles, sus 20.400 metros discurren por el camino de Sntiago, en su mayoría entre bosques por la montaña, hasta llegar a Zubiri, pasando eso si por unos cuantos pueblos, cada uno de ellos mas bonito que el anterior

Camiseta de evento (muy bonita por cierto)

Después de haber hecho la media maratón de Plazaola, estuve entrenando mas o menos bién y participé también en una carrerilla sin crono a favor del uso del euskera, en un pueblecito cerca del mio, en la que por primera vez fui a una carrera donde también corría mi hijo Aitzol, no se a quien de los dos le hizo mas ilusión la verdad.

Los athletas

Volviendo a la Roncesvalles Zubiri, la carrera se corre en Octubre, normalmente el primer fin de semana del mes, no obstante las inscripciones se abren a principios de julio y como se trata de un máximo de unas 250 plazas, a penas dura abierta la inscripción unas horas.

En mi caso, la inscripción me fue imposible hacerla de forma directa, se abrieron el lunes 2 de julio y entre la salida y el cierre de las inscripciones no pasó ni hora y media, que es lo que tardé yo en ir desde Bilbao a Pamplona, me pilló conduciendo, me avisó Pello por teléfono que estaba abierto y antes de llegar, me volvió a llamar para avisarme que se habían agotado, así que toco apuntarse a la lista de espera de las posibles renuncias de última hora.

Y afortunadamente eso fue lo que pasó, con algún ligero matiz el que no entraré, después de molestar a mucha gente para conseguir dorsal, finalmente alguien renunció y conseguí su dorsal... dorsal que después de, como he dicho, molestar a un montón de gente para que me lo reservase, no me sirvió de nada, y me explico;

Como me habían conseguido el dorsal de una persona que renunció, tuve que madrugar para ir a recogerlo el mismo día de la carrera, e involucré al pobre Pello al que hice madrugar un montón para acompañarme, afortunadamente llegamos a tiempo, recogí el dorsal y la bolsa del corredor y la dejé en el coche... y ahí se quedó todo cuando subimos al autobús que nos trasladó a la salida... se me olvidó!!! los de la organización se echaron unas buenas risas a mi costa en el autobús en cualquier caso no hubo ningún problema para correr la carrera, no me contó el tiempo de forma oficial, pero realmente eso fue lo de menos.

Pasando por un "puente"

Está carrera nos la planteamos de una forma un tanto mas lúdica, menos pendiente del reloj, y creo que fue un acierto por que, los sitios por los que pasábamos merecían la pena ser saboreados y la verdad, cuando se está demasiado pendiente del reloj, no lo neguemos, eso no ocurre.

Disfrutando por el bosque

Tanto Pello como yo debutábamos en esa carrera y en las carreras de montaña creo que también los dos así que, también estuvimos bastante precavidos con el camino las piedras y todo lo demás.

Una cosa curiosa que pasa en esta carrera es que te cruzas, o mejor dicho, adelantas a los peregrinos que están haciendo el camino, que saludan en su mayoría de forma efusiva si les dices algo... aunque, seguramente a otros les hace la puñeta tener que andar apartándose en los pasos estrechos y así, en general el buen ambiente es el que reina todo el camino.

Al paso por uno de los pueblos

Durante la carrera mantuvimos un ritmo mas o menos estable y no demasiado apretado hasta faltando 3 o 4 kilómetros para el final que apretamos un poco mas, justo en la parte de mayores bajadas, se trata de bajadas con una pendiente realmente peligrosa y en la que, si llegas justo de fuerzas y pierdes la concentración puedes tener algún problema, muchos corredores se fueron al suelo y llegaron realmente magullados.

Detalle de las pendientes del final

A la llegada de nuevo allí estaba Ali con los pequeños que había hecho, otra vez, un esfuerzo titánico y a la que, otra vez, se lo agradezco de forma infinita.

Esta vez habíamos quedado con una compañera de trabajo, su marido y sus dos hijos que junto con Pello, su mujer y sus dos hijos y nosotros formamos una expedición a Erro para comer en un restaurante en el que, lamentablemente nos trataron bastante mal.

Esta carrera es una de las que me gustaría repetir por que, ya sea por transcurrir por una línea energética planetaria como es el camino de Santiago, o por que los paisajes pirenaicos y sus pueblos son realmente bonitos, o igual por que tanto durante la carrera como después de ella, la compañía fue inmejorable, guardo un recuerdo especialmente bonito en cuanto a las sensaciones que viví aquel día.

Esta carrera fue la primera de las dos medias maratones que hice el mes de octubre, otra vez repitiendo una, dos semanas después de otra, esta vez en la media maratón nocturna de Bilbao, Bilbao Nigth Maraton  

lunes, 11 de febrero de 2013

Media Maratón vía verde Plazaola 2012

Después del intenso mes de Mayo con dos medias maratones en la conciencia, intenté frenar un poquito el ritmo de entrenos, en intensidad y en duración, para evitar aquello del “hastío del corredor” vamos, para no hartarme del asunto, así que no volví a apuntarme a una carrera hasta la media maratón de Plazaola que se corría en Septiembre, entre Leiza y Lekunberri, cerquita de casa.


Logo de la carrera

A pesar de haber bajado el ritmo, o quizás gracias a ello, durante los meses de Julio y Agosto sin intentarlo, estuve haciendo las mejores marcas en los entrenos, quizas alcancé ahí un pico de estado de forma y en el mes de septiembre la verdad es que me encontraba francamente bien, si apenas dolores, ni de la pierna ni de la rodilla, que después de ese Mayo (y de saltar la hoguera de San Juan con mis hijos en brazos) había comenzado a recordarme esa condromalacia que arrastro desde hace años.

Así que creo que pude preparar la carrera mas o menos bien, con una buena cantidad de kilómetros semanales y con buen ritmo, además esa carrera serviría para celebrar el primer año desde mi comienzo en el tema de correr y fue, en parte, otro elemento motivador mas que me impulsó en su momento a ponerme en forma, de hecho, el objetivo cuando comencé era el de terminar dignamente esa carrera al año siguiente.

Además, había convencido a mi amigo Aitor para que viniese a hacerla conmigo con el argumento de que de cara a la Behovia San Sebastían le podría servir como piedra de toque en esas distancias pero lamentablemente al final, la celebración del cumpleaños de Ander (su sobrino) como es lógico pesó mas que mi compromiso y evito que viniese, lo que propició que hiciese esa carrera “solo”, vamos, sin ningún compañero de viaje conocido… he de apuntar que salir a competir con Aitor, por fin se ha podido dar, unos cuantos meses después  en la Bilbao – Bilbao de 2013, pero para llegar a esa carrera todavía quedan muchas entradas en el blog…

Esta vez no habría pues ninguna quedada con amigos para ir juntos a la salida ni nada parecido, así que el domingo de la carrera ahí estaba a las 8 de la mañana subiendo al bus que nos llevaba a la salida en el que se podía ya saborear ese ambiente de las carreras, olor a reflex y ganas de empezar cuanto antes a probar esas semanas de entrenos si han ido o están yendo por donde deben…

Un saludito

En la casi hora y media de espera que hubo desde la llegada al punto de salida hasta la propia salida de la carrera, entablé conversación con varios corredores y al final con el que mas charlé fue con un andaluz que llevaba ya encima 4 o 5 maratones (incluida la maratón del cuarto milenio de la original, de Marathon a Atenas del año 2004) me explicó varias de sus carreras y como había venido desde Tudela, que es donde vivía, para correr en esta media maratón para preparar la maratón de Zaragoza que iba a ser poco después, hicimos buenas migas e igual por ello cometí el error de tratar de acompañarle durante la carrera.

Arrancamos juntos desde la salida, que no era otra cosa que una línea marcada con spray en un camino debajo de un puente de la autovía de leizaran, por cierto, la carrera era toda por camino, una vía verde, que no es otra cosa que una antigua vía de tren que se ha acondicionado para paseantes, una buena idea y muy bonita por cierto, pues eso arranque junto con mi nuevo amigo del mundo de las carreras e intenté seguir su ritmo durante un buen rato, no recuerdo si dos o tres kilómetros y ese fue mi gran error en esa carrera; cuando me quise dar cuenta, había gastado ese turbo bost, o el kers ese del que ya he hablado en otras entradas, y me tocaba hacer todo lo que quedaba de carrera con las fuerzas justas, y eso, teniendo en cuenta que, a pesar de ser bastante tendido el recorrido, los primeros 17 km eran de rampa continuada, fue un handicap que, junto con el hecho de haber estado haciendo unas carretillas de leña el día anterior a la carrera, hizo que la parte final se me hiciese muy dura y que mi tiempo no fuese el que esperaba.

Pues eso, en el km 7 la idea de que me esperaba 3 veces lo que había hecho me aterraba e inconscientemente baje el ritmo un poco, y al final, me vino bien.

El recorrido transcurría por 7 u 8 túneles y volví a pasar por el túnel en el que Jose Mari y yo nos habíamos quedado a oscuras en la mitad, esta vez bien iluminado y la verdad, con el día de calor que hizo, todos esos túneles vinieron muy bien como refresco.

Como curiosidad recuerdo que estuve casi todo el camino a la par de la que, al final, quedó segunda clasificada de las mujeres, y que en los túneles iba alumbrando con una linterna pequeñita que me vino muy bien, ella me dejó atrás a mitad de carrera pero justo a la entrada del túnel famoso ya mencionado de 2,7 km la alcancé de nuevo en lo que fue, creo, una recuperación final mía y un pinchazo suyo.

El tiempo final oficial fue de 1:40:23, y mi reloj bajo algún segundo mas esa marca, principalmente por que comencé a contar a partir de la línea y no del pistoletazo de salida (mi tiempo parcial vamos) y por que tengo la sensación de que mi reloj va algo mas despacio de lo normal, segundos solo, pero suele estar unos cuantos por detrás del reloj de los que entran conmigo… cosas de la tecnología y de la relatividad del tiempo, a lo mejor es que me acerco tanto a la velocidad de la luz cuando corro que se produce la paradoja del hermano gemelo que describe Einstein en la que dice que un hermano que viaja en el espacio durante un año en una capsula a la velocidad de la luz cuando vuelve a la tierra han pasado 80 años y su hermano es un abuelo… aunque, no creo, seguramente sea la pila que le falla…

Llegando al sprint y saldando algún peque

Ali y los peques, esta vez llegaron a tiempo y se colocaron cerca de la meta para poder entrar conmigo tal y como habíamos planeado… pero esta vez fallé yo, no les vi, iba esprintando con otro que me chincho y se quedó el pobre Aitzol sin poder entrar de mi mano, como habíamos previsto, tuve que volver a entrar después con el de la mano.

Esta fue la primera de unas cuantas carreras que vinieron los meses siguientes que desde Roncesvalles pasando por Bilbao, Behobia y Santurtzi me han llevado a terminar el año con mas de 1500 km y que voy a recordar mas adelante en posteriores entradas, según me lo permita el tiempo.


viernes, 1 de febrero de 2013

Media Maratón de San Sebastián 2012

A la media maratón de San Sebastián nos animamos a ir Ramón y yo casi por que Iñaki, el cuñado de Ramón (al que se podrá ver mas adelante en alguna foto cuando hable de la Behobia San Sebastian), se había apuntado en el Runkeeper (la plataforma social de la que ya hablé) y como él se había apuntado pues parecía una buena oportunidad para ir los tres y compartir una carrerita.

Camiseta del Evento (flojita por cierto)

Finalmente Iñaki se echó atrás pero Ramón y yo, que si nos habíamos sacado el dorsal (no como él) si que fuimos y aprovechando el evento, Ramón y Lorena nos invitaron a pasar el fin de semana de la carrera a su casa de Irún; así que allí que nos fuimos toda la familia (el equipo A) para conocer Irún y de paso hacer la carrerita el domingo.

La verdad es que el plan para el fin de semana estaba fenomenalmente planteado, con amigos, visitando sitios bonitos y trotando un rato el domingo... lo único que no pudimos planificar fue lo que al final nos chafó un tanto el fin de semana; no dejó de llover ni diez minutos durante los dos días, aún así, el fin de semana estuvo muy bien y será algo que posiblemente repitamos (si nos invitan de nuevo claro) aunque ya no será a Irún dado que se han mudado a Donosti, que por otra parte hará mas sencillo el viaje para esa carrera en futuras ocasiones... (Ramón, Lore, si lo leéis, que sepáis que ya me estoy apuntando para el futuro ;-) ).

Apenas habían pasado dos semanas desde la de Vitoria y, la verdad, creo que las piernas no se recuperaron bien, tuve problemas durante las dos semanas en la pierna derecha que me obligaron a pasar por el fisio (Rakel, la fisio de Lekunberri) para que me tratase de desbloquear la pierna para poder salir en la carrera.

Al final el sábado a la mañana para Irún que nos fuimos, llegamos prácticamente a la hora de comer para lo que Ramón, como buen anfitrión korrikolari, había preparado una perola importante de pasta que nos pulimos gustosamente todos, excepto Ramón, que a pesar de meterse un buen plato para el pecho, se quejó, como inconformista que es, de que picaban, se quejaba a si mismo pues había sido él el cocinero.
Por la tarde, a pesar de que no dejó de llover, armados con buenos paraguas para defendernos de la lluvia, nos animamos a ver un poco Hondarribi aprovechando que estábamos allí, que no lo conocíamos y que, como pudimos comprobar es un pueblo muy bonito, merece la pena visitar.

Visita al pueblo

La jornada previa, como he contado, fue muy tranquilita, paseo por el pueblo y juegos con los pequeños en su casa hasta la noche, la verdad es que pudimos descansar bastante bien para la carrera del domingo.
El domingo cuando sonó el despertador y me asomé por la ventana parecía que se caía el cielo sobre nuestras cabezas, el panorama no animaba nada y comprendo perfectamente la quejas que me lanzo Ramón cuando se levantó y me informó de que si no hubiese estado yo allí, él no habría ido a la carrera. Mas tarde lo agradecería pues hizo la mejor carrera de fondo que había hecho hasta el momento.

A pesar de ello, nos animamos y tras desayunar un poquito fuimos para San Sebastián a ver que tal se nos daba, aparcamos cerca de la estación de topo (el tren de cercanías en Gipuzkoa) que estaba como a kilometro y medio de la salida, y por el camino hasta la salida, fuimos trotando pero sin desgastar que lo que esperaba tenía pinta de que iba a ser complicado, aprovechamos también para tomarnos un cafecito caliente en un bar  por el camino, respondiendo a la petición que tras hacer ese pequeño tramo el cuerpo nos había hecho para pelearse con la intensa lluvia que no dejaba de caer.

Una vez mas, allí estábamos en la línea de salida, entre unos cuantos mas, dando los típicos saltitos que se dan para tranquilizarse, dispuestos a disfrutar todo lo que se pudiese de la jornada.


Salida del evento (Ramón y yo a la derecha)

Como norma habitual, suelo correr con el teléfono móvil que, por un lado lleva la aplicación que va midiendo el recorrido y va avisando por los auriculares cada kilómetro del ritmo que voy llevando, y además, suelo ponerme podcast (emisiones de radio descargadas de internet) que me hacen compañía durante el trayecto que normalmente suelo alternarlos entre programas de Milenio 3 de  Iker Jimenez y el espacio en blanco de Miguel Blanco, ambos relacionados con temas del misterio y así. Resulta que en esta ocasión el azar quiso que el programa que llevaba en los auriculares era un “espacio en blanco” que centraba exclusivamente en la descripción e historia de los infiernos de las distintas culturas, programa muy interesante que durante el tiempo que el móvil estuvo operativo, pues a mas o menos la mitad de la carrera el agua lo estropeó, hizo que el autentico infierno de tormenta que estábamos pasando durante la carrera fuese menos duro comparando con lo que estaba escuchando.

La carrera fue muy dura por culpa de la lluvia y el viento, especialmente en una zona en la que se salía al paseo marítimo de Donostia que no había donde resguardarse de nada, de hecho pille a dos corredores haciendo un “abanico” detrás mío, resguasdándose del viento conmigo, algo que en un primer momento me pareció solo curioso pero que después de pensarlo un poco (mientras corría la verdad que mucho no me daba para pensar) me sentó mal, les recriminé que lo hicieran y les obligué a apartarse.

Con bastante esfuerzo llegué al kilometro 17  controlando los dolores de la pierna derecha y con curiosidades varias por el camino como que un corredor con claro sobrepeso me pasase y me dejase atrás con facilidad, algo que toca el ego del corredor, o ver como un corredor llevaba a su hermano en silla de ruedas y participaban ambos.
Bebidas por el camino 

Durante la mayor parte de la carrera traté también de mantener controlada, como ayuda para el objetivo de tiempo de llegada, a la liebre de 1hr 40 minutos a unos 500 mtrs por detrás, (las liebres son corredores que ponen en algunos casos la organización para marcar referencias al resto de corredores) pero a partir del kilómetro 17, mas o menos a la altura del Kursaal comencé a sentir calambres en la pierna bastante fuertes y creo que pinche un poco el ritmo por que la liebre me alcanzó me rebasó y se escapó.

En el tramo final de llegada, en el último kilómetro, me recuperé un tanto y adelante a unos cuantos hasta situarme otra vez junto a la liebre de 1:40 que es con la que finalmente entré en meta, mi tiempo fue 1:41:11, por lo que parece salí antes que la liebre por que entré en meta junto a él.
En cualquier caso en esta ocasión si que me sentí mas satisfecho que en vitoria de haber llegado en esa marca por que, por un lado era el objetivo que me había planteado y por otro había tenido bastantes problemas con la pierna con la lluvia y el con viento.

Llegada a meta.

Ramón por su parte sufrió también de lo lindo, según me comentó, el agua había hecho que sus mallas pesasen tanto que se le fuesen cayendo un buen tramo de la carrera, aún así hizo un tiempo de 1:51:28 lo que, en ese momento, fue su mejor ritmo de carrera de todas las que había corrido, de hecho, tras la llegada y la ducha no tardó mucho en llamar a su cuadrilla de entrenamientos para comentarlo, estaba muy orgulloso… y eso que al principio, como he comentado, no estaba animado.

Por su parte el equipo logístico (Ali y Lorena con los peques) había sufrido mucho también con tanta lluvia para llegar a tiempo a vernos entrar en meta, pero esta vez si que estuvieron allí, lo que fue muy emocionante y les agradezco un montón (de nuevo).

Tras esta carrera decidí que me vendría bien bajar un poco el pistón, el mes de mayo había sido fuerte compitiendo en dos medias maratones y se acercaba el verano que, por lo que me habían contado, era una época complicada para mantener el ritmo por el calor y las vacaciones.

No volvería a competir hasta septiembre en la media maratón de Plazaola, que se corría exactamente un año después de mi primer entrenamiento.