Logo de la carrera
A pesar de haber bajado el ritmo, o
quizás gracias a ello, durante los meses de Julio y Agosto sin intentarlo, estuve haciendo las mejores marcas en los entrenos, quizas alcancé ahí un
pico de estado de forma y en el mes de septiembre la verdad es que me
encontraba francamente bien, si apenas dolores, ni de la pierna ni de la
rodilla, que después de ese Mayo (y de saltar la hoguera de San Juan con mis hijos en brazos) había comenzado a recordarme esa condromalacia que
arrastro desde hace años.
Así que creo que pude preparar la
carrera mas o menos bien, con una buena cantidad de kilómetros semanales y con buen
ritmo, además esa carrera serviría para celebrar el primer año desde mi comienzo en el
tema de correr y fue, en parte, otro elemento motivador mas que me impulsó en su momento a
ponerme en forma, de hecho, el objetivo cuando comencé era el de terminar dignamente esa carrera al año siguiente.
Además, había convencido a mi amigo
Aitor para que viniese a hacerla conmigo con el argumento de que de cara a la
Behovia San Sebastían le podría servir como piedra de toque en esas distancias pero lamentablemente al final, la celebración del cumpleaños de Ander (su sobrino) como es lógico pesó mas que mi compromiso y evito que
viniese, lo que propició que hiciese esa carrera “solo”, vamos, sin ningún compañero
de viaje conocido… he de apuntar que salir a competir con Aitor, por fin se ha podido dar, unos cuantos
meses después en la Bilbao – Bilbao de 2013, pero para llegar a esa carrera
todavía quedan muchas entradas en el blog…
Esta vez no habría pues
ninguna quedada con amigos para ir juntos a la salida ni nada parecido, así que
el domingo de la carrera ahí estaba a las 8 de la mañana subiendo al bus que nos
llevaba a la salida en el que se podía ya saborear ese ambiente de las carreras,
olor a reflex y ganas de empezar cuanto antes a probar esas semanas de entrenos
si han ido o están yendo por donde deben…
Un saludito
En la casi hora y media de espera que hubo desde la llegada al punto de salida hasta la propia salida de la carrera, entablé conversación con varios corredores y al final con el que mas charlé fue
con un andaluz que llevaba ya encima 4 o 5 maratones (incluida la maratón del
cuarto milenio de la original, de Marathon a Atenas del año 2004) me explicó varias de sus carreras y como había venido desde Tudela, que es donde vivía, para correr en
esta media maratón para preparar la maratón de Zaragoza que iba a ser poco después, hicimos buenas migas e igual por ello cometí el error de tratar de
acompañarle durante la carrera.
Arrancamos juntos desde la salida, que no era otra cosa que una línea
marcada con spray en un camino debajo de un puente de la autovía de leizaran,
por cierto, la carrera era toda por camino, una vía verde, que no es otra cosa
que una antigua vía de tren que se ha acondicionado para paseantes, una buena
idea y muy bonita por cierto, pues eso arranque junto con mi nuevo amigo del
mundo de las carreras e intenté seguir su ritmo durante un buen rato, no
recuerdo si dos o tres kilómetros y ese fue mi gran error en esa carrera;
cuando me quise dar cuenta, había gastado ese turbo bost, o el kers ese del que
ya he hablado en otras entradas, y me tocaba hacer todo lo que quedaba de
carrera con las fuerzas justas, y eso, teniendo en cuenta que, a pesar de ser
bastante tendido el recorrido, los primeros 17 km eran de rampa continuada, fue
un handicap que, junto con el hecho de haber estado haciendo unas carretillas de
leña el día anterior a la carrera, hizo que la parte final se me
hiciese muy dura y que mi tiempo no fuese el que esperaba.
Pues eso, en el km 7 la
idea de que me esperaba 3 veces lo que
había hecho me aterraba e inconscientemente baje el ritmo un poco, y al final, me vino bien.
El recorrido transcurría por
7 u 8 túneles y volví a pasar por el túnel en el que Jose Mari y yo nos
habíamos quedado a oscuras en la mitad, esta vez bien iluminado y la verdad, con el día de calor que hizo, todos esos túneles vinieron muy bien como
refresco.
Como curiosidad recuerdo que estuve casi todo el camino a la par de la que, al final, quedó segunda
clasificada de las mujeres, y que en los túneles iba alumbrando con una
linterna pequeñita que me vino muy bien, ella me dejó atrás a mitad de carrera
pero justo a la entrada del túnel famoso ya mencionado de 2,7 km la alcancé de nuevo en lo
que fue, creo, una recuperación final mía y un pinchazo suyo.
El tiempo final oficial fue de
1:40:23, y mi reloj bajo algún segundo mas esa marca, principalmente por que
comencé a contar a partir de la línea y no del pistoletazo de salida (mi tiempo
parcial vamos) y por que tengo la sensación de que mi reloj va algo mas
despacio de lo normal, segundos solo, pero suele estar unos cuantos por detrás del reloj de los que entran conmigo… cosas de la tecnología y de la relatividad del
tiempo, a lo mejor es que me acerco tanto a la velocidad de la luz cuando corro
que se produce la paradoja del hermano gemelo que describe Einstein en la que
dice que un hermano que viaja en el espacio durante un año en una capsula a la velocidad de la
luz cuando vuelve a la tierra han pasado 80 años y su hermano es un abuelo… aunque,
no creo, seguramente sea la pila que le falla…
Ali y los peques, esta vez
llegaron a tiempo y se colocaron cerca de la meta para poder entrar conmigo tal y como habíamos planeado…
pero esta vez fallé yo, no les vi, iba esprintando con otro que me chincho y se
quedó el pobre Aitzol sin poder entrar de mi mano, como habíamos previsto, tuve que volver a entrar después con el de la mano.
Esta fue la primera de unas
cuantas carreras que vinieron los meses siguientes que desde Roncesvalles
pasando por Bilbao, Behobia y Santurtzi me han llevado a terminar el año con
mas de 1500 km y que voy a recordar mas adelante en posteriores entradas, según
me lo permita el tiempo.
Eskerrik asko por la reseña..., verás cuando le diga a Ander que le nombran en internet...
ResponderEliminarPor cierto, a ver cómo explicas lo de la clasificación de la Bilbao-Bilbao 2013, tengo ganas de leerlo, jua, jua, jua.....