lunes, 15 de julio de 2013

Media Maratón de San Sebastián 2013

Después de no haber podido ir a la Azkoitia Azpeitia del 2013 tal y como me hubiese gustado, la primera media del 2013 fue la de San Sebastián, repetiríamos de nuevo el evento, junto con Ramón, y en esta ocasión su compañero de la universidad Javi, con el que también coincidimos en la BSS de 2012.

Cartel de la carrera
  El fin de semana se planteó, además de como evento deportivo, como visita obligada a Ramón y Lorena para conocer su nueva casa pues se habían mudado recientemente a San Sebastián desde Hondarribia donde habían estado viviendo los últimos años, y donde estuvimos el año anterior.

Camiseta de la carrera
Además organizaron una comida en su casa a la que vinieron también Javi (el compañero que he comentado antes) su mujer y su niña, con lo que los pobres anfitriones se metieron en el lío importante de dar asilo a mis dos pequeños y a la niña de los otros invitados… no obstante no pasó nada demasiado destacable salvo el hecho de que Aimar, mi hijo pequeño se cayó en el canal del estanque de los patos que fuimos a visitar en el paseíto vespertino, en el poco rato que nos lo permitió la lluvia, que de nuevo estuvo presente todo el fin de semana.

Se dio la casualidad también de que mis buenos amigos de Andorra Maxi y Flor cogieron unos días de vacaciones y vinieron a visitarnos, primero a San Sebastián, donde llegaron el sábado a la tarde, y después a Odertiz donde estuvieron unos días mas.

Por lo tanto, tras el paseo vespertino, con el consiguiente cambio de ropa de Aimar, volvimos a tener cena animada, esta vez en el Mercado de la Brecha, en el centro de San Sebastián, esta vez Javi y familia no vinieron y Maxi y Flor, por supuesto vinieron con sus dos pequeñas Martina y Giulia, así que cenamos como pudimos, con 4 niños (2 de ellos vándalos en potencia e hijos míos) en un restaurante en el que había una animación importante derivada de que ponían por la televisión a la Real Sociedad que jugaba contra el Sevilla y estaba  en juego la clasificación para la Chamions Leagle, que finalmente consiguieron.

Por lo que el sábado previo a la carrera tampoco fue un día de asueto descanso y recarga, como dicen los manuales que debe ser la jornada previa a una media maratón, pero fue mejor así, mas animado.

El domingo de la carrera, por suerte, durante gran parte del día no llovió… ¡increíble!, en realidad algo si que cayó algo de lluvia, pero mas bien para que la parte del fin de semana posterior a la carrera fuese lo suficientemente incomoda como para que no nos quedásemos por Donosti a dar un paseo y terminásemos comiendo en un centro comercial.

Para la carrera había quedado también con mi amigo Jorge Novo, el cual había comenzado a correr también y le pareció un buen plan, pero salió algo tarde de Bilbao, desde donde venía directo, y no le dio tiempo para juntarse con nosotros antes de salir, llegó justo para salir, de hecho fue el último en salir… ¡de todos los corredores! Y corrió toda la carrera con la mochila de la ropa encima!!! Pero, el tío, ya que estaba allí, pues eso, hasta el final los 10 km a los que se había apuntado.

Los otros 3 del equipo salimos juntos, Ramón se marcó su ritmo desde el principio, desde mi punto de vista por debajo de lo que es capaz pero él lo prefiere así para ir mas cómodo, Javi y yo fuimos juntos hasta el kilómetro 8 en el que Javi decidió bajar un poco el ritmo con respecto al que llevábamos hasta allí por que le parecía algo alto para él.
Salida (se nos puede ver a Javi y a mi)
 En lo que a mi respecta, seguí en el ritmo que creía que podía llegar de forma mas o menos cómoda, este año no había podido entrenar de la mejor forma, había estado fuera y había tenido con algún evento lúdico festivo familiar (boda de un conocido, muy conocido un mes antes) que no le había venido nada bien a lo que hubiese sido una preparación normal para esa carrera, no obstante, a pesar de ser consciente de este hecho y haberme autoconvencido de que esta vez no miraría el reloj, fue imposible y ahí estuve la parte final de la carrera, después de haber pasado la crisis del km 17 (que iba a poner que era particular, pero después me enteré que es mas habitual de lo que creía) y ver que estaba cerca de mejorar el tiempo del año anterior, me empeñé en tratar de conseguirlo y creo que fue un error por que a falta de 50 metros de la meta, vi a Aitzol (mi hijo) le choqué la mano y continué rápido con, como he comentado, la idea de mejorar la marca del año anterior y no me di cuenta de que lo que él quería era entrar en meta de la mano conmigo… Error que espero no vuelva a cometer, me sentí fatal y el minuto y pico que mejoré respecto al año anterior no me supieron nada dulces.

Por su parte Javi hizo su carrera y según me comentó, terminó pagando el esfuerzo del exceso de ritmo de los primeros kilómetros, Ramón por su parte mejoró también su marca del año anterior, pero de nuevo creo que menos de lo que es capaz, a ver si le meto un poco en la cabeza lo de convivir con el sufrimiento, no le gusta nada, y Jorge terminó muy dignamente habiendo adelantado a un porrón de gente, con el correspondiente subidón que pega eso y con la sensación, según me comentó, de que 10 km se le había quedado pequeños, se le había hecho a poco correo 10km con la mochila a cuestas… creo que su primera media maratón está cerca.
Ramón (el de verde)
Después de llegar, como he comentado, comenzó a llover y nos fuimos a un centro comercial a comer, todos los participantes de la carrera, las familias y los amigos, demasiados debió pensar la empleada del restaurante de comida rápida a la que habían dejado sola atendiendo ese domingo y que tubo que llamar a otro compañero para que le echase un cable.

Este año esa iba a ser la única carrera del mes de mayo, a diferencia del año anterior que fuimos a dos medias maratones e iba a ser la última carrera de asfalto a la que me apuntaría en un tiempo ya que la siguiente carrera a la que me apunté, junto con mi amigo Aitor fue a la carrera de montaña del cinturón de hierro de Bilbao que contaré mas adelante.


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