Después de no haber podido ir a la Azkoitia Azpeitia del
2013 tal y como me hubiese gustado, la primera media del 2013 fue la de San
Sebastián, repetiríamos de nuevo el evento, junto con Ramón, y en esta ocasión
su compañero de la universidad Javi, con el que también coincidimos en la BSS
de 2012.
Cartel de la carrera
El fin de semana se planteó, además de como evento
deportivo, como visita obligada a Ramón y Lorena para conocer su nueva casa
pues se habían mudado recientemente a San Sebastián desde Hondarribia donde
habían estado viviendo los últimos años, y donde estuvimos el año anterior.
Camiseta de la carrera
Además organizaron una comida en su casa a la que vinieron
también Javi (el compañero que he comentado antes) su mujer y su niña, con lo
que los pobres anfitriones se metieron en el lío importante de dar asilo a mis
dos pequeños y a la niña de los otros invitados… no obstante no pasó nada
demasiado destacable salvo el hecho de que Aimar, mi hijo pequeño se cayó en el
canal del estanque de los patos que fuimos a visitar en el paseíto vespertino,
en el poco rato que nos lo permitió la lluvia, que de nuevo estuvo presente
todo el fin de semana.
Se dio la casualidad también de que mis buenos amigos de
Andorra Maxi y Flor cogieron unos días de vacaciones y vinieron a visitarnos,
primero a San Sebastián, donde llegaron el sábado a la tarde, y después a Odertiz
donde estuvieron unos días mas.
Por lo tanto, tras el paseo vespertino, con el consiguiente
cambio de ropa de Aimar, volvimos a tener cena animada, esta vez en el Mercado de
la Brecha, en el centro de San Sebastián, esta vez Javi y familia no vinieron y
Maxi y Flor, por supuesto vinieron con sus dos pequeñas Martina y Giulia, así
que cenamos como pudimos, con 4 niños (2 de ellos vándalos en potencia e hijos míos)
en un restaurante en el que había una animación importante derivada de que ponían
por la televisión a la Real Sociedad que jugaba contra el Sevilla y estaba en juego la clasificación para la Chamions
Leagle, que finalmente consiguieron.
Por lo que el sábado previo a la carrera tampoco fue un día
de asueto descanso y recarga, como dicen los manuales que debe ser la jornada
previa a una media maratón, pero fue mejor así, mas animado.
El domingo de la carrera, por suerte, durante gran parte del
día no llovió… ¡increíble!, en realidad algo si que cayó algo de lluvia, pero mas
bien para que la parte del fin de semana posterior a la carrera fuese lo
suficientemente incomoda como para que no nos quedásemos por Donosti a dar un
paseo y terminásemos comiendo en un centro comercial.
Para la carrera había quedado también con mi amigo Jorge
Novo, el cual había comenzado a correr también y le pareció un buen plan, pero
salió algo tarde de Bilbao, desde donde venía directo, y no le dio tiempo para
juntarse con nosotros antes de salir, llegó justo para salir, de hecho fue el
último en salir… ¡de todos los corredores! Y corrió toda la carrera con la
mochila de la ropa encima!!! Pero, el tío, ya que estaba allí, pues eso, hasta
el final los 10 km a los que se había apuntado.
Los otros 3 del equipo salimos juntos, Ramón se marcó su
ritmo desde el principio, desde mi punto de vista por debajo de lo que es capaz
pero él lo prefiere así para ir mas cómodo, Javi y yo fuimos juntos hasta el
kilómetro 8 en el que Javi decidió bajar un poco el ritmo con respecto al que llevábamos
hasta allí por que le parecía algo alto para él.
Salida (se nos puede ver a Javi y a mi)
En lo que a mi
respecta, seguí en el ritmo que creía que podía llegar de forma mas o menos cómoda,
este año no había podido entrenar de la mejor forma, había estado fuera y había
tenido con algún evento lúdico festivo familiar (boda de un conocido, muy
conocido un mes antes) que no le había venido nada bien a lo que hubiese sido
una preparación normal para esa carrera, no obstante, a pesar de ser consciente
de este hecho y haberme autoconvencido de que esta vez no miraría el reloj, fue
imposible y ahí estuve la parte final de la carrera, después de haber pasado la
crisis del km 17 (que iba a poner que era particular, pero después me enteré
que es mas habitual de lo que creía) y ver que estaba cerca de mejorar el
tiempo del año anterior, me empeñé en tratar de conseguirlo y creo que fue un
error por que a falta de 50 metros de la meta, vi a Aitzol (mi hijo) le choqué
la mano y continué rápido con, como he comentado, la idea de mejorar la marca
del año anterior y no me di cuenta de que lo que él quería era entrar en meta
de la mano conmigo… Error que espero no vuelva a cometer, me sentí fatal y el
minuto y pico que mejoré respecto al año anterior no me supieron nada dulces.
Por su parte Javi hizo su carrera y según me comentó,
terminó pagando el esfuerzo del exceso de ritmo de los primeros kilómetros,
Ramón por su parte mejoró también su marca del año anterior, pero de nuevo creo
que menos de lo que es capaz, a ver si le meto un poco en la cabeza lo de
convivir con el sufrimiento, no le gusta nada, y Jorge terminó muy dignamente
habiendo adelantado a un porrón de gente, con el correspondiente subidón que
pega eso y con la sensación, según me comentó, de que 10 km se le había quedado
pequeños, se le había hecho a poco correo 10km con la mochila a cuestas… creo
que su primera media maratón está cerca.
Después de llegar, como he comentado, comenzó a llover y nos
fuimos a un centro comercial a comer, todos los participantes de la carrera,
las familias y los amigos, demasiados debió pensar la empleada del restaurante
de comida rápida a la que habían dejado sola atendiendo ese domingo y que tubo
que llamar a otro compañero para que le echase un cable.
Este año esa iba a ser la única carrera del mes de mayo, a
diferencia del año anterior que fuimos a dos medias maratones e iba a ser la última
carrera de asfalto a la que me apuntaría en un tiempo ya que la siguiente
carrera a la que me apunté, junto con mi amigo Aitor fue a la carrera de montaña
del cinturón de hierro de Bilbao que contaré mas adelante.
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