¿Como no iba a ir a la media maratón que termina en la
cantina de la estación de Plazaola donde mis pequeños celebran los cumpleaños
de sus compañeros?, por que este año, ese ha sido el sitio en el que se han
hecho todas las celebraciones de los cumpleaños de todos sus compañeros de
clase (las suyas incluidas) así que, a pesar de haber hecho la carrera, no
había excusa.
Cartel de la carrera
Así que parecía que, con un poco de suerte podría ser, por
segunda vez, una carrera bonita con comida y fiesta de toda la familia, de
hecho, esta vez conseguí liar a Iñaki y a Ramón para que viniesen con sus
respectivas, con la idea de pasar todo el fin de semana por Larraun aunque por
una cosa u otra, finalmente hubo que cambiar de planes y fuimos nosotros el
sábado a verles a Donosti, donde por cierto estaban en fiestas del barrio de
Ramón, y los pequeños aprovecharon para subirse a los hinchables y así.
Entrenamiento día previo en Donosti
Por segunda vez me apuntaba a esta carrera, esta vez con
compis de viaje y con la idea de no cometer e error del año anterior de ir muy
rápido al principio y terminar con mucho sufrimiento.
La carrera, como creo que ya expliqué, transcurre por un vía
verde, que no es otra cosa que una antigua vía de tren que han acondicionado
como camino de recreo para paseantes y/o ciclistas.
Es un recorrido desde mi punto de vista espectacular, además
nos hizo un día muy bonito lo que todavía ayudo mas a disfrutar de la vía
verde, bueno, disfrutar haciendo 21 km de los cuales los primeros 17 son hacia
arriba, pero esto es lo que dicen de la sarna con gusto.
Mañana explendida (fotodesde autobus)
A las 9 de la mañana estábamos en el autobús que la
organización pone para acercar a los participantes desde Lekunberri, ¡y no se
empezaba a correr hasta las 11:30! yo ya lo sabía pero a estos se les hizo muy
larga la espera hasta que dieron el bocinazo de la salida.
Ese bocinazo, después de tanto rato esperando, al final
llegó de repente mientras hablábamos con algún conocido por allí, concretamente
el padre de un compañero de Aitzol de la Ikastola (que celebró el cumpleaños en
la cantina también).
Postureo antes de salir
Salimos mas tranquilos, Ramón decidió ir a su ritmo (como siempre)
y se nos descolgó en la salida, e Iñaki y yo fuimos juntos hasta el km 3 o 4 en
el que Iñaki, que no había preparado demasiado la carrera, me comentó que
siguiese que él dosificaría algo mas las fuerzas.
Así que a partir del km 5 la hicimos cada uno por nuestra
cuenta, yo trataba de no cometer el error del año pasado y, apoyado en el test
de esfuerzo que me había hecho esa semana, controlaba las pulsaciones para no
sobrepasar mi umbral del 80%.
Pero las carreras son como son y mas o menos a la mitad de
la misma me acerqué a un grupo que iba al que yo pensaba era mi ritmo y volví a
equivocarme, por ir a su ritmo, llegué de nuevo a la parte final de la carrera
algo justito, aunque en el fondo, así es como hay que llegar ¿no? ¿O vamos a
carreras para pasear?.
Como anécdota recuerdo que este año, aproximadamente en el
mismo lugar de la carrera me encontré con la chica que el año pasado quedó
segunda y me ofrecí a hacerle de libre dado que esta vez iba cuarta o quinta a
lo que ella dijo que no, que seguiría a su ritmo.
En la parte final, aún llegando justo alcancé a un par de
corredores (y otro me pasó con bastante facilidad también, estas cosas, quieras
que no, se te quedan) y sin hacer demasiado caso al reloj llegué casi dejándome
llevar, buscando a Aitzol (mi pequeño) entre el publico, pero finalmente no
pudieron bajar hasta algo mas tarde y no pudimos entrar juntos en meta, que por
cierto es algo que continuo teniendo pendiente y con ganas. (igual en Roma ;-))
Paso por Leitza
Con todo esto llegué a meta 37 segundos mas tarde que el año
pasado, pero creo yo que con mejores sensaciones en las piernas y en la cabeza, y creo que Ramón e Iñaki también disfrutaron bastante.
Ganadores
Poco después llegó Ali con los peques y comimos en esa
cantina de Plazaola junto con toda la cuadrilla y Juan Carlos e Itziar (vecinos
de Larraun y buenos amigos), con Juan Carlos me crucé por el camino por cierto,
él iba en bici con sus peques en el remolque y recuerdo como me animaron, fue
muy bonito; Por cierto Con Juan Carlos en el mes de Mayo había hecho un
duathlon (él en Bici y yo correr) que no pudimos terminar por que pichó, a ver
si la próxima ocasión terminamos y lo cuento en el blog.
Segundo medio maratón del año (sin contar la de montaña del
cinturón de hierro) y de momento con buenas sensaciones, esta era la segunda vez
que hacía la carrera que 2 años antes me empujó a empezar a entrenar.
Os semanas después tocaba, de nuevo, la Roncesvalles Zubiri,
a ver si esta vez era capaz de no olvidar el dorsal y poder hacer el recorrido
de forma oficial.
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